España a oscuras: el gran apagón del 28 de abril de 2025
Barcelona el 28 de abril de 2025 Fuente: Europa Press

El día del apagón: caos a mediodía

El lunes 28 de abril de 2025, poco después de las 12:30, España quedó sumida en la oscuridad. Red Eléctrica Española (REE) confirmó que todo el “sistema peninsular” había sufrido un corte eléctrico simultáneo “hasta cero”, activando planes de emergencia para restaurar el suministro.

Según los primeros informes oficiales, una “oscilación muy fuerte en los flujos de potencia” desconectó la península de la red europea, colapsando el sistema eléctrico. Las interconexiones con Francia (y una menor con Marruecos) evitaron que España quedara totalmente aislada, permitiendo reconectar gradualmente el sistema: hacia la 1:30 pm ya empezaron a recuperarse algunos núcleos urbanos del norte y sur.

Red Eléctrica insistió en lo “absolutamente excepcional” de los hechos, algo sin precedentes incluso para veteranos del sector.

El apagón provocó un colapso inmediato de infraestructuras: la red ferroviaria nacional (Adif) detuvo todos los trenes a las 12:30, y metros y cercanías quedaron paralizados.

En aeropuertos como Barajas y El Prat cientos de pasajeros vivieron largas filas y desconcierto. Las carreteras se volvieron caóticas: los semáforos dejaron de funcionar y la DGT pidió evitar desplazamientos innecesarios, desplegando agentes para regular el tráfico a mano. También se cerraron comercios y supermercados (por falta de medios de cobro), y fábricas como Seat o Ford detuvieron sus líneas de producción.

En medio de la tormenta tecnológica, hospitales mantuvieron las urgencias con generadores propios y reservas de combustible, y las compañías de telecomunicaciones (Vodafone, Telefónica) activaron comités de crisis para sostener lo justo las comunicaciones móviles, aunque se registraron cortes generalizados de llamadas, WhatsApp e Internet (solo resistido por generadores de grandes centros de datos).

Investigación oficial y primeras explicaciones

Frente al caos, el Gobierno se movilizó enseguida. El presidente Pedro Sánchez convocó un Consejo de Seguridad Nacional y se reunió con altos cargos de Red Eléctrica y las grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa, Naturgy, etc.), exigiendo colaboración para aclarar lo sucedido y “las mejoras necesarias para garantizar el suministro” futuro.

El Ejecutivo declaró el estado de emergencia energética, inicialmente en varias comunidades, coordinando a Protección Civil y los servicios de emergencias. El propio Sánchez ofreció ruedas de prensa, asegurando que el sistema estaba prácticamente restablecido al 99% y que España “camina con paso firme hacia la recuperación de la plena normalidad”.

También anunció medidas preventivas, como liberar reservas de combustible para grupos electrógenos en servicios esenciales, como precaución frente a futuras eventualidades.

En paralelo, los técnicos de REE trabajaban identificando causas. Su director de Operaciones, Eduardo Prieto, explicó que tras la “oscilación” inicial se desconectaron las interconexiones con Francia y Marruecos y se perdió “un contingente muy elevado de generación renovable” (especialmente solar), y ante esa perturbación extrema “el sistema no fue capaz de sobrevivir y se generó el cero”. Red Eléctrica descartó preliminarmente que el apagón fuera resultado de un ciberataque, un error humano o un fenómeno meteorológico puntual.

En cambio apuntó a esos episodios de desconexión de generación (muy posiblemente solar, por las horas de mayor radiación) como origen inicial.

Por su parte, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) anunció que investigará el caso, y la Audiencia Nacional abrió diligencias al no poder descartar de momento un posible sabotaje informático, que se encuadraría en delito de terrorismo.

El Centro Criptológico Nacional (CNI) también monitorea la situación para “no descartar ninguna hipótesis”. Incluso la Comisión Europea anunció que elaborará un informe independiente (versión técnica en 6 meses, recomendaciones antes de septiembre 2026) sobre el apagón en la península.

Posibles causas y voces expertas

Los analistas del sector barajan diversos escenarios. Entre las posibles causas se barajan:

  • Fallo técnico o humano: Un fenómeno eléctrico inusual (picos de tensión, defectos en transformadores, desconexión masiva de plantas solares) podría haber sido detonante. REE insiste que fue un evento “absolutamente excepcional” en la red, y por tanto investiga si alguna pieza técnica falló o si hubo errores de operación.
  • Ciberataque / ciberterrorismo: Dada la simultaneidad, se valoró la hipótesis de un ataque informático dirigido. El propio Sánchez admitió no descartar esta opción, y la Audiencia Nacional analiza si se trata de un posible ciberterrorismo. No obstante, REE no ha hallado por ahora evidencias concretas de intrusión remota.
  • Sabotaje: Relacionado con lo anterior, se investiga si hubo manipulación intencionada de infraestructuras críticas. El juez Calama abrió diligencias por un posible delito de sabotaje en la red eléctrica.
  • Eventos climáticos extremos: Aunque este día no hubo tormentas severas conocidas, algunos especularon con tormentas geomagnéticas o nubes densas que podrían haber forzado desconexiones de parques solares. Red Eléctrica ha negado que fuera un evento meteorológico “normal”, pero no se excluye que un “borrachón de nubes” o fenómeno atmosférico haya reducido repentinamente la generación solar.
  • Exceso de renovables y oscilaciones de red: La teoría de que un pico de energía renovable pudo desestabilizar el sistema fue mencionada incluso por un directivo de la compañía portuguesa REN, quien la consideró “plausible” aunque no única. El descenso abrupto de consumo reportado (de ~25.189 a 12.425 MW en segundos) sugiere un gran desajuste entre oferta y demanda vinculado a la caída de generación renovable en esas horas.
  • Problemas en interconexiones internacionales: El corte se propagó en simultáneo por España y Portugal, y obligó a suspender el intercambio comercial de energía entre ambos países “por precaución”. Aunque las líneas de alta tensión con Francia seguían operativas, REE informó que se desconectaron esos enlaces poco después del evento inicial, lo que aisló aún más la península. Desde Europa, se sigue con atención para determinar si un fallo en la interconexión ibérica pudo provocar o agravar el apagón.

Frente a estas hipótesis, expertos energéticos recuerdan la complejidad del sistema eléctrico: bastan milisegundos de descompensación para que se dispare la protección de las redes. Según varios analistas consultados, en este caso el origen más probable sería un problema técnico interno o de coordinación de generación, más que un acto malintencionado, aunque hay que esperar al informe oficial .

En todo caso, la situación ha puesto de manifiesto las vulnerabilidades de una red muy integrada: cuando falla la “columna vertebral” europea, países enteros pueden quedar en negro como sucedió este lunes.

Reacciones políticas y sociales

La crisis energética desató reacciones en todos los ámbitos. En el Gobierno fue tema prioritario: la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, y la presidenta de REE, Beatriz Corredor, comparecieron ante la prensa para calmar ánimos. Sánchez señaló a las empresas eléctricas que deben asumir responsabilidades privadas si hubiera falta de previsión. Pese a las versiones oficiales, el presidente no descartó públicamente el ciberataque, movimiento que contrastó con la opinión de los expertos consultados y generó debate en redes.

Desde la oposición, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, siguió la crisis desde Valencia e intentó contactar con Moncloa para informarse. Feijóo reconoció que “no es un momento sencillo para nadie” y reclamó mayor coordinación estatal. Vox llevó la polémica a otro terreno, criticando las políticas energéticas del Gobierno. Su líder, Santiago Abascal, culpó del apagón al “fanatismo climático” del Ejecutivo, acusándolo de haber impuesto cierres de centrales fósiles y vulnerado la seguridad energética de España.

A nivel social, el apagón generó una avalancha de comentarios, memes y temor. Las redes sociales se inundaron de historias de ciudadanos varados en trenes, colegios vacíos porque no llegaron a recoger a los niños, o tiendas que cerraban su puerta en la calle Goya de Madrid ante el riesgo de robos.

El desabastecimiento fue mínimo gracias a los planes de emergencia activados: supermercados solo impedían nuevas entradas, hospitales y aeropuertos se sostuvieron con generadores, y se pidió a la población un uso responsable de la energía apenas volvió la luz. Mientras tanto, las fuerzas del orden reforzaron la vigilancia en calles y estaciones, y numerosos ciudadanos ofrecieron alojamiento o ayuda en plazas públicas. En Asturias, por ejemplo, el 112 recibió más de 1.700 llamadas relacionadas con la crisis en las primeras horas.

Impacto económico y logístico

El apagón del lunes dejó costes millonarios casi inmediatos. En la industria se calcula el valor diario de la producción suspendida; pymes y comercios perdieron ventas por horas de cierre. Un estudio preliminar del Foro Económico de Galicia estima que el impacto máximo de la interrupción en esa comunidad podría rondar los 200 millones de euros, si bien la cifra final “será muy inferior” una vez evaluado todo y con un poco de tiempo.

La Unión Europea también calcula pérdidas, pues toda la península detuvo su economía por varias horas. El transporte fue otro damnificado: Renfe y otras operadoras dejaron de facturar al suspender todos los trenes, y el tráfico aéreo registró demoras y vuelos cancelados hasta la tarde. En infraestructuras, se produjeron pérdidas logísticas en entregas y suministros de servicios básicos.

Una repercusión colateral inusual fue la de Canarias y Groenlandia: aunque no sufrieron apagón, ambas regiones notaron efectos en comunicaciones. La caída del nodo principal en Gran Canaria provocó microcortes en enlaces satelitales de Groenlandia. Además, la sensación de vulnerabilidad ha encendido alarmas en la industria financiera: expertos advierten que las interrupciones puntuales de luz pueden afectar mercados, bolsas y hasta la ciberseguridad bancaria, por la brusca readaptación de datos en la nube.

Medidas y lecciones: un pacto por la luz

La respuesta oficial apunta a reforzar el sistema. La investigación interna y externa (CNMC, Comisión Europea, Audiencia Nacional) busca prevenir repetición. En el corto plazo, el Gobierno ha anunciado la creación de una comisión de investigación liderada por el Ministerio de Transición Ecológica y la renovación de planes de contingencia (por ejemplo, reservas de fuel para grupos electrógenos esenciales). En el ámbito técnico, REE y las grandes compañías estudian reforzar las conexiones con Francia y Marruecos, actualizar protecciones automáticas y revisar la integración de renovables masivas para evitar oscilaciones críticas.

En el debate público se habla incluso de ampliar las redes de microrredes locales con recursos propios (generadores, baterías, paneles) para que hospitales, farmacias o centros clave nunca queden en completo negro. También se plantea acelerar proyectos de almacenamiento masivo (baterías y bombeo) que amortigüen caídas súbitas de generación. A nivel político, se espera que el Congreso debata en los próximos días (o semanas) una batería de medidas de urgencia, con el consenso de todas las fuerzas. Incluso la UE podría proponer regulaciones más estrictas de estabilidad de red frente a congestiones de renovables.

Mientras tanto, expertos y ciudadanos demandan transparencia en los hallazgos. Como resumió un experto consultado: hay que “aprender sin culpar sin datos definitivos” para reforzar la red española y europea. Tras el apagón, la prioridad es que el mensaje sea claro: se investigará hasta el fondo y se invertirá en el sistema para que un suceso así no vuelva a ocurrir.

Fuentes: Informes de Red Eléctrica Española y del Gobierno español, relatos de corresponsales (El País, Onda Cero, El Español) y análisis de expertos en el sector energético (elpais.com) (elpais.com) (ondacero.es) (ondacero.es) (ondacero.es) (ondacero.es) (ondacero.es) (elespanol.com) (elespanol.com).

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Dani Zeta
Dani Zeta
3 horas hace

El artículo está bastante bien, pero no se menciona la energía nuclear que aporta inercia síncrona a la red eléctrica, y que pudo ser la causa del apagón al haber un exceso de energía renovable frente a la energía que realmente mantiene la inercia en la frecuencia de la red, lo que pudo generar un desfase y producir el fallo generalizado.